Veterinaria de pasión y profesión. Desde siempre me ha atraído muchísimo el vínculo Humano-animal. Trabajé durante varios años en la Facultad de Veterinaria de Córdoba (donde sigo colaborando) y en un centro oncológico para animales. Aunque la compasión es una virtud innata allí pude desarrollarla mucho más, no sólo con los animales que tratábamos, sino también con las familias con la que convivían. Fui mucho más consciente del efecto de las emociones sobre la enfermedad y más importante aún sobre la curación.
Tras una crisis personal tuve un «despertar» a nivel espiritual (que no es más que ver algo nuevo que antes no veías), ya que un@ se está despertando continuamente en los diferentes apartados de su vida. Aunque sigo realizando anestesia y ecografía que fueron durante mucho tiempo mis dos pasiones, empecé a interesarme por otras disciplinas como la medicina tradicional china, incluyendo la acupuntura veterinaria, el masaje shiatsu, la nutriterapia y el reiki como técnicas complementarias física, energética y emocionales de nuestros peludos y los humanos con los que conviven. Abrí mi sentir a otras disciplinas más espirituales como la comunicación animal y los registros akáshicos.
Y actualmente estoy estudiando Coaching, PNL e inteligencia emocional para ayudar a otras personas ya sean veterinarios o amantes de los animales a despertar en los diferentes ámbitos de su vida. Soy de constitución madera-fuego y eneatipo 7, pero trabajo cada día para ser más caña de bambú y menos roble macizo. Me caigo mil veces, pero me levanto mil una.
Me apasiona ayudar a lo animales y tengo la suerte en muchas ocasiones no sólo de ayudar al animal si no también a la familia con la que convive.
Creo en la increíble capacidad del ser humano de elección y seríamos mucho más felices mirando hacia nuestro interior desde donde el amor fluye. Creo que un mundo mejor es posible y todos podemos aportar nuestro granito de arena.